sábado, 18 de diciembre de 2010

El uso de la tecnología en la educación

Computadora
Introducción
 
Muchos habrán escuchado la frase “vivimos en la era de la información” o “vivimos en la era digital”. Estos conceptos son producto del auge del Internet y su uso constante, especialmente para los educadores. En un estudio de la Universidad de Montreal sobre el Uso de la información en la enseñaza se indican varios aspectos que merecen la atención, estos son:
 
1.    el crecimiento exponencial de la información disponible y accesible en cualquier formato
2.    una información cada vez más heterogénea cuya autenticidad, validez y credibilidad han de ser establecidas continuamente
3.    una economía fuertemente basada en actividades de servicio y apelando a tecnologías en rápido desarrollo
4.    la necesidad de que cada persona adquiera y desarrolle aptitudes transferibles y utilizables a lo largo de toda la vida, así como que aprenda a aprender en una perspectiva de solución de problemas
5.    la necesidad absoluta de estar al tanto de los desarrollos más recientes para las actividades de investigación
6.    la demanda de los empleadores que quieren contratar a personas capaces de dominar las tecnologías, de buscar la información en las fuentes electrónicas e Internet, y de evaluarla, de gestionar la información interna y externa así como llevar a cabo actividades de alerta
7.    la evolución hacia una pedagogía activa centrada en el estudiante, basada en los recursos y en la solución de problemas
8.    el impacto de la formación en el uso de la información sobre la continuidad en los estudios y el éxito escolar.

Como se observa en los ocho puntos anteriores, la información no es otra cosa que la expresión del saber humano. Pero con la llegada del Internet, la información adquiere mayor estatus. Ahora el saber humano no se limita a espacios físicos como bibliotecas, escuelas o universidades ya que la persona que tenga una computadora y acceso al Internet puede alcanzarla. Y todavía más, la publicación de documentos, análisis, artículos, críticas y comentarios, también forman parte de esta inmensa gama de información. Que no hace otra cosa que aportar a una serie de eventos, hechos o datos que contribuyen, positiva o negativamente a la información.
La información puede estar en cualquier lugar. En ocasiones es fácil conseguirla y en otras, la búsqueda se intensifica. Como también se puede dar el caso de que no se logre obtener la información deseada. Por ejemplo, si usted escribe su nombre en un buscador en el Web, puede que no aparezcan datos suyos. Pero si está inscrito en alguna asociación o su escuela tiene una página Web sí puede aparecer algún dato, al menos en el directorio.
Obtener la información deseada da un gran placer, pero en ocasiones pueda traer cierto pesar. Y es que la mucha información lo puede abrumar y el tiempo que le dedicamos a la búsqueda de información puede ser mayor que al que le dediquemos para desarrollar el trabajo o la investigación. Más aún, si estamos con un grupo de estudiantes y el acceso al laboratorio de computadoras es limitado, así será el trabajo que los estudiantes desarrollen. Por lo tanto, es necesario saber buscar la información, analizarla y determinar su validez. Hay mucha información en el Internet, pero ¿cuánta de esa información es confiable? Muchos de los estudiantes del sistema escolar piensan que todo lo que está en el Internet es verdadero. Y es que aún lo ven como los libros escolares o como a usted como maestro y promotor de la verdad. El estudiante debe aprender a cómo identificar la información y saber utilizarla correctamente.
Uso adecuado de la tecnología
Con la llegada del Internet, la información adquiere mayor estatus. Ahora el saber humano no se limita a espacios físicos como bibliotecas, escuelas o universidades; ya que la persona que tenga una computadora y acceso al Internet puede alcanzarlo. Y todavía más, la publicación de documentos, análisis, artículos, críticas y comentarios, también forman parte de esta inmensa gama de información. Que no hace otra cosa que aportar a una serie de eventos, hechos o datos que contribuyen, positiva o negativamente a la información.
La información puede estar en cualquier lugar. En ocasiones es fácil conseguirla y en otras, la búsqueda se intensifica. Como también se puede dar la situación de no obtener la información deseada. Por otro lado, tanta información nos puede abrumar, además el tiempo que le dedicamos a la búsqueda de información puede ser mayor que el que tiempo que nos tarde desarrollar el trabajo o la investigación. Hay mucha información en el Internet, pero ¿cuánta de esa información es confiable? Muchas personas piensan que todo lo que está en el Internet es verdadero, esto es una falacia. Debemos aprender a discernir y valorar la información que se presenta antes de utilizarla.
De acuerdo a Wills (2004), bibliotecaria en Wilfrid Laurier University in Waterloo, Canada, la mayoría de los estudiantes no ven la diferencia entre la información que provee los buscadores en el Internet, como por ejemplo Google y las bases de datos electrónicas. Señala la importancia de concienciar a los estudiantes sobre el uso adecuado de la información para los trabajos asignados por sus maestros. Conclusión
En conclusión, el diseño de cursos que integren la tecnología debe estar basado en teorías y modelos pedagógicos (Taylor, 2004; Smith, 2004; Santovev, 2004). Debe proveer al estudiante las mismas experiencias de aprendizaje que se llevan a cabo en cursos típicos (salón de clases), claro está, de un modo diferente pero con el mismo rigor académico. Los objetivos, el diseño, las actividades y los métodos de evaluación tienen que formar parte del curso y el maestro debe asegurarse que los estudiantes se familiaricen con ellos desde el primer día. La base para lograr un aprendizaje efectivo dependerá en gran medida de los mecanismos, estrategias y herramientas que se utilicen para provocar la participación de los estudiantes. La clave del éxito de un curso que utiliza la tecnología está en la colaboración, interacción y discusión del maestro y los estudiantes. Al igual que en la enseñanza típica, la educación tecnológica debe utilizar modelos de aprendizaje para poder lograr una educación real. El uso de modelos facilita la labor docente y permite crear un clima adecuado para la interacción entre los estudiantes y el maestro.
 
Texto modificado de González Chevere (2006).

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